A través de su desarrollo, la capacidad correr a gran velocidad de un
jugador se adquiere sobre todo durante el comienzo de la pubertad
(entre los 12 y 14 años de edad). Si usted es un deportista mayor (por
encima de los 16 años) y tiene un tiempo en los 100 metros de 15.0
segundos, esto no va a mejorar tan fácilmente. Sin embargo, es posible
conseguir una mejora significativa en la velocidad en el campo por medio
de distintos métodos, que no implican correr a gran velocidad.
Existen muchos factores que influyen en la velocidad que uno desempeña
en el campo. Algunos de estos incluyen reflejos, anticipación táctica,
agilidad y muchas más. Un entrenamiento de velocidad efectiva debe
incorporar aspectos reales del juego. La velocidad no se refiere
solamente a las carreras de gran rapidez. Los jugadores de fútbol rara
vez avanzan a plena velocidad por más de 20 metros. Sería más apropiado
concentrarse en cambios rápidos de dirección, aceleración y lo más
importante, la velocidad con el balón. Tenga en mente estas ideas cuando
diseñe su programa de entrenamiento de velocidad.
La fatiga hace los entrenamientos de velocidad inútiles en cuanto a lo
que se pueda lograr con estos en términos un paso más acelerado. Un buen
programa de entrenamiento debe dividirse en intervalos para de esta
forma recuperarse y dar el máximo esfuerzo.
Significado para el jugador de fútbol:
-el jugar a altas velocidades es muy importante en los niveles altamente competitivos del juego
-si no tiene un paso adecuado, va a tener problemas para obtener el balón
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